Namco 500 GP

Hacia finales de los 90 los recreativos ya estaban en vías de extinción, y las inminentes salidas de la Playstation 2 o la Xbox les darían ya la puntilla definitiva. Las máquinas arcade se habían ido refugiando junto a los centros comerciales, que ya aglutinaban todas las multisalas de cines que a su vez habían hecho desaparecer los típicos cines de barrio. Se podría decir que el ocio se concentró en los centros comerciales mientras que antes estaba más repartido por toda la ciudad. Si un viernes por la noche íbamos al cine era habitual que después de comprar las entradas visitáramos el "Sega Park" (así se llamaba el complejo de recreativos que montaron por aquí) para matar el tiempo.

La cosa había cambiado bastante en unos años y aunque el cine seguía valiendo menos de 500 pesetas, las recreativas del "Sega Park" valían 100 pesetas por partida. Entre ellas mi favorita era la de motos, la Namco 500 GP, me parecía sencillamente espectacular y la interfaz que tenía para manejarla era ideal, te tumbabas para tomar las curvas, frenabas y acelerabas como en una moto de verdad, flipante. Me remitía a artilugios míticos como la máquina rotatoria del After Burner.

Aunque jugaba una vez por semana, al cabo de un tiempo conseguí pasármela no sin sentir un poco de decepción por los pocos circuitos que te permitía correr con 1 crédito, solo 3 y pasados esos tres, fin del juego. Una lástima aunque seguro que mi bolsillo me lo agradeció.

Máquinas así seguían ofreciendo lo mismo que los clásicos arcade, es decir, algo que no podías permitirte tener en tu casa para divertirte. Hoy en día estas máquinas se pueden encontrar de vez en cuando en el mercado de segunda mano y se cotizan incluso por encima de los mil euros... no dejan de ser un capricho de los que todos hemos querido tomar parte alguna vez ¿o no? :)