Walkman: Y la música se hizo portátil



Walkman Sony



Corrían las navidades de 1988 cuando recibí de parte de mi tío un regalo ciertamente transcendental: ¡un Walkman!.

El modelo era como el de la foto de arriba, salvo que además contaba con radio FM/AM. No contaba con la función de Auto-Reverse, así que cuando se llegaba al final de la cara A de la cinta había que sacarla, darle la vuelta y volver a ponerla para escuchar la cara B y viceversa.
Contaba con dos pilas para su funcionamiento, que tampoco le daban una autonomía excesiva, creo que me duraban una semana con un uso medio, aunque para ahorrar consumo siempre podías hacer el truco de rebobinar la cinta utilizando un boli (quien no haya hecho esto seguro que no es de mi generación jejeje).

La calidad en general del aparato era buena, no sobresalía en ningún aspecto pero tampoco tenía defectos importantes.

Me duró unos 5 años,lo cual no está nada mal teniendo en cuenta la tralla que le daba yo a estos aparatos.. a todos les acababa reventando el motor por exceso de uso!!

Walkman Nevir

Me arriesgué con esta marca bastante desconocida en 1994 porque el walkman tenía un precio muy bajo para contar además con radio con sintonización digital. Y claro, obviamente la calidad no era la misma que con una marca conocida pero me sirvió de modelo de transición hacia una gama más alta.

Para empezar, por mucho que me chirriase la sintonización con la rueda de la radio he de reconocer que obtenía mejores resultados que con esta ya que se pillaban solo las 3 o cuatro emisoras que más potencia de antena utilizaban pero ninguna de las minoritarias, y además al utilizar esta radio el consumo de las pilas se disparaba.

La calidad de sonido ganaba con el refuerzo de graves que tenía, casi la única mejora respecto a mi anterior walkman. El motor era flojillo, se notaba que las cintas de 90 le costaba moverlas y no llegó a aguantar dos años enteros, así que al final solo lo usaba como radio.

Walkman Panasonic RQ-SX35



Y por fin, en el verano de 1996 di el salto de calidad hacia el mejor walkman podía imaginar. Una auténtica maravilla creada por Panasonic.

Como curiosidad (nunca había visto algo así en este tipo de dispositivos) contaba con una batería de litio que se insertaba en el interior y que se podía extraer para cargarla en un cargador que venía aparte. Además se le podía acoplabar un receptáculo en el que iba una única pila. Con la combinación de ambas, la autonomía del aparato se iba a más de 40 horas!! una auténtica barbaridad de la que saqué el máximo provecho. Además tenía un botón que al pulsarlo se encendían unos leds indicando cuánta batería le restaba.

La calidad de sonido era excepcional, con un refuerzo de graves como nunca había escuchado. Además permitía el uso de cintas de metal puro, que tenían hasta 12 dB de mejora de la relación señal/ruido con respecto a las cintas normales.

Otra cosa que me gustaba mucho era su tamaño, prácticamente el mínimo requerido, el del tamaño de la cinta.

Otra novedad es que los botones eran electrónicos en lugar de mecánicos, y la verdad es que eran muy cómodos y funcionaban a la perfección.

Contaba con un auto-reverse extra rápido y fluido y con un curioso sistema de fast-forward que podía saltarte la cinta hasta la siguiente canción. Lo hacía buscando un silencio entre canción y canción hasta detectarlo, por lo que no era válido en los casos de pistas continuas, pero bueno, era curioso.

Hice uso y abuso de él hasta que sucumbió y se detuvo por completo. Pero vamos, que en 4 años y medio que me aguantó fácilmente me ofreció 6000 horas de vida útil, por lo que creo que fue una estupenda inversión.

Walkman Panasonic RQ-SX30



Dado que me acababa de hacer con un discman-mp3 (el primero que salió al mercado a comienzos de 2001), ya no iba a utilizar tanto el walkman aunque sí que quería seguir teniendo uno para escuchar las cintas de vez en cuando. Por eso no me fui a por otro RQ-SX35 directamente, sino que opté por una versión un escalón más baja en la gama y por lo tanto algo más económica.

En esta ocasión el color era azul en lugar de gris metalizado. Las características eran similares, pero con un motor más flojo, aquí sí que notaba que le costaba mover las cintas de 90.

Es el único que todavía funciona, y es que a este le di un uso meramente ocasional.

No hace mucho vi una noticia en la que habían hecho un experimento, dando walkmans a niños de hoy en día para ver cómo se comportaban frente a ellos. Me resultó llamativo, además me hizo gracia ver cómo les llamaba la atención eso de que hubiese que darle la vuelta a la cinta para tener que escuchar la otra cara y cosas así, jejeje.

Lo cierto es que este dispositivo está condenado a caer en el olvido, pero durante una época bastante amplia 1988-2001 para mí fue un acompañante indispensable para poder llevarme conmigo a mi música favorita.



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