Sharpshooter & Killzone 3
Desde casos primigenios como la ametralladora de la máquina del Operation Wolf, hasta más recientes con las pistolas de Time Crisis y House of the Dead, siempre me habían interesado el uso de estos periféricos como método de interacción con los juegos de tiros. A fin de cuentas es mucho más natural que estar moviendo un ratón o un stick analógico para apuntar ¿no?. Eso sí menos cómodo y más difícil, pero por eso mismo más desafiante y atrayente para mí.
A pesar de que en PS2 por ejemplo existían diversas pistolas específicas no me animé a hacerme con ninguna por la escasez de juegos en los que fuesen utilizables y más importante, por los problemas de compatibilidad con los televisores modernos.
En cambio, el PS Move se podía reutilizar para manejar el punto de mira, pero así solo lo veía poco natural. En cambio gracias a este Sharpshooter se puede acoplar tanto el Move como el Navigator para proporcionar una experiencia en los shooters como nunca se había visto antes. En cuanto me llegó me fui a por un juego para probarlo y mi candidato predilecto para ello era:
Killzone 3
Tan espectacular como el Killzone 2, pero con otras misiones y entornos para hacer las delicias de los que ya disfrutamos del anterior. Recuerdo una fase en una jungla en la que teníamos que hacer uso del sigilo y otra en un paisaje nevado, que nos trasladan a lugares nunca vistos antes del planeta de los Helgast.
La interacción con el Sharpshooter es bestial, eso sí, advierto que cuesta mucho acostumbrarse. Y es que no solo se utiliza para apuntar como un juego de shooter sobre raíles, sino que aquí estamos sobre un espacio tridimensional sobre el que nos movemos libremente, así que también se utiliza el movimiento del mando para mirar hacia los lados, hacia arriba o abajo... esto es a lo que más cuesta habituarse.
Una vez que nos hacemos con esto no está todo logrado, porque con un stick analógico colocáis el punto de mira en un espacio y ya no se mueve ¿verdad? pues con el Move cualquier movimiento que realicéis, hasta la propia respiración podrá influir en el éxito final de nuestro disparo.
A esto también se suma un componente que no aparece tanto con un mando convencional, como es la fatiga. Después de un par de horas disparando a diestro y siniestro de pie (no he conseguido acostumbrarme a jugar sentado con el sharpshooter), os aseguro que estaréis cansados.
Aún así con todo merece la pena la experiencia y la novedad de vivir los shooters de una manera distinta y más realista.
Aquí os dejo un vídeo donde se explica el funcionamiento del Sharpshooter con Killzone 3:
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