Devil May Cry

La primera parte de una saga sin demasiadas entregas pero totalmente consolidada y que tiene a su personaje principal como leit motiv.

En DMC encontramos influencias de la saga Castlevania, en cuanto escenarios y esa ambientación gótica, también de Resident Evil, por los puzzles y la utilización de objetos. Pero aún así posee sus propias señas de identidad.

La técnica de los combates era muy buena (me encantaba eso de saltar y que se quedase suspendido en el aire mientras disparaba las pistolas), aunque quizás algo repetitiva y con tendencia a machaca-botones. A veces cansaba comprobar cuantas balas había que descargar sobre unas simples marionetas para finiquitarlas, y no digamos ya en el caso de los monstruos de final de fase como el enorme demonio-araña, Neo-Angelo o Mundus. Poco a poco íbamos mejorando las armas y nuestras propias habilidades aunque desmoralizaba un poco ver cómo los enemigos iban endureciéndose prácticamente a la par.

En términos de historia esta primer parte es básica para conocer la saga desde sus orígenes, las motivaciones de Dante, la aparición de personajes como Neo-Angelo (Vergil), Trish, o de armas legendarias como la espada Sparda, por lo que recomendaría bucear un poco en el pasado antes de jugar a cualquier DMC posterior. Además, para ser un juego de 2001 no parece para nada tan antiguo, si bien fue ganando en aspectos técnicos y en espectacularidad (y dificultad XD).