Doom (2016)

Entre la corriente actual de remakes, remasters y reboots, le tocó el turno de experimentar, en esa última modalidad a todo un clásico de los videojuegos, el Doom.

Mi primera experiencia con juegos de este tipo se remonta al Wolfenstein 3D, en mi viejo PC 286. Me encantó ese nuevo género, y con el tiempo fui pasándome otros como Doom 2 y Heretic (de mis favoritos), Quake (otro de mis favoritos), Blood, Rise of the Triad, Outlaws.. Todos, con sus aciertos y errores, con sus argumentos variables, pienso que compartían una misma filosofía: juegos rápidos de acción, adictivos y con una jugabilidad notable pero de sencillo aprendizaje.

Con el tiempo, los First Person Shooters, fueron evolucionando, adquiriendo nuevas mecánicas, tramas argumentales e incluso dosis de vídeo-aventuras y estrategia, en títulos como por ejemplo, en sagas como Call of Duty, Resistance o Killzone.

Cuando llegó a mis manos esta nueva entrega de Doom, y me enfrenté al primer combate me puse a disparar y a buscar coberturas, hasta que dije: "espera.. esto no es así ¿qué estoy haciendo?", así que salí de la cobertura y me puse a disparar como un loco esquivando disparos a diestro y siniestro. Y así básicamente hasta el final del juego.

La verdad es que echaba de menos esas dosis de adrenalina, de disparar e ir adquiriendo power-ups de vivir situaciones límite a cada momento. Y de esto último este juego sabe un poco, porque son especialistas en ponerte un desafío y a continuación redoblarlo cuando el jugador ya piensa que es imposible exigirle más.

En cuanto al apartado técnico, pues excelente, acorde a los tiempos actuales, gráficos en alta definición (1440p dinánicos en Ps4 Pro), una tasa de refresco de 60 FPS que hace que vivamos detalladamente la acción caótica, excelentes efectos de fuego y explosiones, sonido apabullante con una gran banda sonora..

Si extrañáis los FPS antiguos pero con un apartado técnico puesto al día, no lo dudéis, este es vuestro juego.