Videojuegos: Original VS Pirata
Cuando empecé con el PC iba al colegio y con 12 años pues tampoco hacía demasiada distinción entre estos dos aspectos.
Mi fuente de ingresos era más bien limitada, pero si podía me gustaba tener los juegos originales.
Todavía recuerdo cuando me regalaron mis primeros juegos así, el WWF y el de Bart Simpson VS Space Mutants, o cuando juntando el dinero que teníamos entre los dos, me compré con mi hermana The Immortal.
Hoy en día, verlos ahí en sus cajas todavía transmite una sensación especial que no logran el resto de disquetes que me pasaban en el colegio y me grababa.
Con los juegos copiados también experimenté el fenómeno de la sobresaturación, vamos, que teniendo muchos jugaba más bien poco a cada uno. Sobre todo a raíz de cuando salieron las grabadoras de cd's, me llegaba alguno con un montón de juegos y no terminaba de pasarme casi ninguno.
Una vez que decidí dejar solo los juegos para las consolas, en este terreno solo hago uso de juegos originales, centrándome en un título y al terminarlo adquiriendo otro, experimentando así una mayor satisfacción personal.
El tema de la piratería siempre resulta espinoso y propenso a discusión. Hay diversos factores que veo conveniente analizar dentro de esta controversia:
1) Factor económico: valor ficticio y valor real
Quizás este sea el argumento mayormente utilizado para los que defienden el juego copiado. Parece que si nos hacemos con juegos originales estamos tirando el dinero o directamente hay gente que no ve ninguna necesidad ni motivación en pagar por algo que pueden conseguir gratis.
Hay gente que piensa que si tiene 100 juegos grabados en un disco duro, si se los hubiese comprado se habrían gastado 60 x 100 = 6000€. Cuando en realidad, por ejemplo, de esos solo habrá jugado a la mitad, y de esos 50 realmente solo habría comprado 25 realmente. Y esos desde luego los podría haber conseguido originales por menos de 60 euros la unidad: pongamos un precio medio de 20€.. pues la cuenta ya se queda en 20 x 25= 500 €, que ya, espaciado en el tiempo, no parece tan alto ni tan desorbitado.
Me hace gracia ver a gente que afirma que le encantan los videojuegos y son capaces de dejarse 50€ en cubatas en cualquier fin de semana, y no se compran un juego original en la vida diciendo que son muy caros.. ¡Eso ni son gamers ni son nada!.
Además parece que cuando compramos un juego no nos llevamos nada a cambio, y eso no es así, estamos haciéndonos con un producto con su valor económico (lo seguirá teniendo a lo largo del tiempo, o si no mirad la compra venta de juegos de segunda mano de consolas desaparecidas), pero también con un valor cultural. Ese valor añadido se incrementa con las ediciones limitadas de coleccionista que son arropadas y anheladas por un buen número de gamers.
En presupuestos más ajustados se puede acudir el mercado de los juegos de segunda mano, muchos de los cuales están en perfecto estado, o estar atento a las ofertas tanto del mercado digital como del físico, hay algunas realmente increíbles, si no se busca jugar siempre a la última novedad de turno, en cuyo caso obviamente tocará rascarse más el bolsillo.
2) Impacto en la industria del Videojuego: la serpiente que se muerde la cola.
Intentar justificar que no comprar juegos no hace ningún daño, es algo hipócrita. Detrás de cada juego hay un proyecto que involucra a un montón de gente, de puestos de trabajo, el éxito de este proyecto se mide en ingresos VS pérdidas.
La viabilidad de otros proyectos está supeditada al éxito de otros y si este no llega evidentemente el tren se va parando, los puestos de trabajo van desapareciendo y no solo la industria se resiente sino también el mundo de los videojuegos globalmente.
Si este mundillo es tu pasión haces bien en invertir en él.
Sé que tener una visión macro de esto es complicado y mucha gente será incapaz de ver este 'efecto mariposa' o quizás prefieran ignorarlo o pensar erróneamente que no es real.
3) Reconocimiento al trabajo bien hecho.
Hay juegos que son toda una obra de arte, fruto del talento y trabajo duro de sus creadores y desarrolladores. Una forma adecuada de premiar y agradecer semejante esfuerzo es sin duda hacerse con estos trabajos en su formato original. Vamos, que hay juegos que merecen ser comprados.
Además, lo que no nos supone ningún tipo de coste no lo valoramos.
4) Descatalogación.
Este es el único terreno en el que veo adecuado recurrir a la copia. Son productos denominados Abandonware que ya han agotado su historial de producción y que es imposible adquirir y disfrutar de otra manera que no sea bajándolos de diversos bancos de datos.
Hay cientos de webs y servidores dedicados a este fenómeno que se podría equiparar al servicio que ofrecen las bibliotecas públicas con los libros.
Además para pasarlo bien con un juego no hay por qué estar siempre con la última novedad, el retrogaming es otra baza muy a tener en cuenta.
5) Juego Físico VS Juego Digital.
Para adaptarse a los tiempos modernos, se decidió no limitar las licencias de los juegos a la distribución física y abrir el mercado de las descargas.
En este terreno poco a poco se va mejorando, aunque deberían seguir optimizando la revisión de precios:
-no puede valer lo mismo, o incluso más (¡os aseguro que he visto casos así!) la copia digital que la física. Por lógica esta última tiene unos costes (caja, manual, disco.. ) que no se dan en la digital.
En el formato digital (tiendas tipo Steam y PS Store) se pueden encontrar ofertas muy buenas y económicas que creo que están ayudando en cierta medida a disminuir las copias piratas.
Concluyendo, desde mi punto de vista y después de mi experiencia me posiciono en defensa del juego original. Voy exprimiendo título a título, disfrutando más de la experiencia, y además voy construyendo mi propia colección de juegos que para mí con el paso del tiempo sé que tendrá un valor incalculable.
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