Rygar
Durante el viaje de fin de curso con el colegio, allá por el año 92, recorrimos las tierras andaluzas para visitar entre otras cosas la Expo de Sevilla.
Otra de las localizaciones que más nos entusiasmaron fue Torremolinos, donde visitamos el parque acuático y el de atracciones. En esta localidad malagueña, se dio la circunstancia de que el hotel en el que nos alojábamos contaba con una pequeña sala recreativa (algo nada raro a finales de los 80/principios de los 90).
Las máquinas en sí eran algo viejas, pero hubo una que me llamó poderosamente la atención: Rygar; su nombre ya tenía algo de mítico en el mundillo de los videojuegos, y me sonaba de haber visto ese título entre los publicitados junto a la Atari Lynx.
En la primera partida que jugué me gustó de inmediato, me pareció un arcade de disparos desafiante como pocos, casi no había momento de respiro, a duras penas se iba avanzando, destruyendo a los enemigos y esquivándolos como se podía.
Gráficamente se veía desfasado aún en esos años, aunque en su época de publicación (1986) sí que tuvo que suponer un mayor impacto visual. Su punto fuerte era la jugabilidad, la precisa respuesta de los mandos y la versatilidad de los movimientos del protagonista, sencillos pero efectivos. Sobre todo en las fases de desplazamiento horizontal. En alguna de desplazamiento vertical se veía más limitado.
Se daba la curiosidad de que al final de cada ronda no teníamos al típico jefe esperándonos, sino que llegábamos a una especie de templos donde se daba la transición hasta la siguiente ronda.
Me dejaría como 200 pesetas en aquella máquina (8 partidas) y en cada una tenía la satisfacción personal de ir llegando más lejos que en la anterior. Orgullosamente recordaba haber llegado hasta la 12 :).. pensaba que había estado a punto de pasármela, hasta que posteriormente me enteré que tenía 27!!..vamos que no había hecho ni la mitad :(
Al final del juego, de haber llegado, sí que esperaba un monstruo final, que por lo que he visto en algún gameplay, paradójicamente debe ser de los más fáciles de la historia porque disparándole un par de veces se moría!.
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