Oceanografic - Hemisferic
El pasado fin de semana pude visitar dentro de la ciudad de las artes y las ciencias de Valencia, estos dos recintos con desigual satisfacción.
Empezando por el Oceanografic, decir que me agradaron las instalaciones, cada pabellón contaba con pulcros servicios y zonas de descanso, además de tener buenos accesos. La fauna marina era de lo más diversa, desde los típicos peces que se pueden encontrar buceando en cualquier playa del Mediterraneo hasta animales más propios de latitudes árticas como morsas o belugas.
Lo mejor, sin duda, el espectáculo con los delfines y el acuario con los tiburones toro y sus afiladas fauces. De lo más impresionante.
En cambio, al hemisferic no le doy buena nota. En primer lugar su precio es abusivo, en esta época de cine en 3D donde puedes ir a ver una película de casi 3 horas por ese mismo precio, no tiene sentido ir a ver un mini-espectáculo con auriculares sub-realistas de solo 45 minutos. La calidad del documental en sí no era mala, pero el movimiento de la cámara era demasiado brusco en ocasiones, lo que puede llegar a marear al espectador.
En fin, recomendable lo primero (menos el buffet) y evitable, salvo curiosidad irrefrenable lo segundo.
Empezando por el Oceanografic, decir que me agradaron las instalaciones, cada pabellón contaba con pulcros servicios y zonas de descanso, además de tener buenos accesos. La fauna marina era de lo más diversa, desde los típicos peces que se pueden encontrar buceando en cualquier playa del Mediterraneo hasta animales más propios de latitudes árticas como morsas o belugas.
Lo mejor, sin duda, el espectáculo con los delfines y el acuario con los tiburones toro y sus afiladas fauces. De lo más impresionante.
En cambio, al hemisferic no le doy buena nota. En primer lugar su precio es abusivo, en esta época de cine en 3D donde puedes ir a ver una película de casi 3 horas por ese mismo precio, no tiene sentido ir a ver un mini-espectáculo con auriculares sub-realistas de solo 45 minutos. La calidad del documental en sí no era mala, pero el movimiento de la cámara era demasiado brusco en ocasiones, lo que puede llegar a marear al espectador.
En fin, recomendable lo primero (menos el buffet) y evitable, salvo curiosidad irrefrenable lo segundo.
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