The Witcher 3: Wild Hunt (GOTY edition)
Podría comenzar afirmando, sin temor a equivocarme que es el título al que más horas he dedicado en los últimos años así que creo que es difícil concretar en unas líneas todo lo vivido junto a este juegazo. Bien, pero lo intentaré...
Antecedentes
Conocí al personaje y al mundo que tratan alrededor del año 2004, cuando compré un libro sin saber gran cosa ni del autor (Andrzej Sapkowski) ni de su contenido. Solo una breve sinopsis me animó a hacerme con aquel volumen doble de "La Espada del Destino" y "El Último Deseo", me gustaron, tanto el mundo en que se desenvuelven las aventuras como los personajes que las protagonizan.
Me sorprendió ver algún tiempo después que habían sacado un juego para PC de The Witcher; lanzamiento que contemplé con cierta envidia ya que ya había dejado de jugar con el ordenador.
La saga de videojuegos continuó con un segundo lanzamiento que percibí de la misma manera pero igualmente nunca llegué a jugarlo.
The Wild Hunt
Por fin, tras años de espera y con más bibliografía leída de su obra, con este título me llegó la oportunidad de disfrutar del universo de Geralt de Rivia de un modo jugable.
Técnicamente su versión en PS4, aún sin alcanzar las excelencias de la de PC, me dio buena impresión. Los gráficos eran vistosos, sobre todo en el aspecto de los paisajes, la vegetación, los efectos climáticos..
Las primeras horas con él, no fueron precisamente lo que describiría como un comienzo apabullante, sino de esos que poco a poco te van dando pinceladas de la abrumadora pero espectacular experiencia que se te avecina.
Poco a poco aprendes a moverte, a combatir, a usar las magias, las pociones.., y cuanto más aprendes más disfrutas y más te asombras de las posibilidades que ofrece.
La historia principal está muy bien trenzada, es la que tiene una carga argumental más potente, lógicamente, y la que nos servirá en cierto de timón para ubicarnos en cada región del ancho mundo en cada momento adecuado.
Aunque lo que más me sorprendió de este juego diría que fueron las misiones secundarias, ya que no eran las típicas misiones rutinarias de otros títulos por el estilo, sino que cada una tenían identidad propia, como historias paralelas, autoconclusivas y con finales alternativos incluso algunas de ellas. Una pasada vamos, algunas mejores que misiones principales de otros juegos. Esto te animaba a ir jugándolas con el ánimo de descubrir nuevos giros argumentales, nuevos personajes, nuevos nexos de unión con los libros.
Precisamente, también en relación con los libros, tenemos los conocidos como "Contratos de Brujo". Los brujos para quién no lo sepa, en este universo eran contratados para acabar con las criaturas mágicas o monstruosas que eran consideradas como amenazas (a veces con más justicia que otras) por los humanos. Estas misiones sí eran algo más repetitivas pero tenían su encanto ya que te ayudaban a descubrir y a enfrentarte a nuevas criaturas a las que añadir al bestiario.
Hearts of Stone
Esta expansión nos ofrece una interesante aventura con nuevos personajes y un desenlace con un buen nivel de dificultad, de los que cuesta algo para llegar al final bueno. La sensación es nuevamente de estar ante una trama bien cuidada y no es un simple relleno que se haya realizado para "vender más".
Blood & Wine
Y si la anterior expansión era buena esta diría que es el doble. De hecho, para mí es la mejor expansión que se ha hecho hasta ahora en un videojuego. Una pasada. Además aquí nos sumergimos en una trama vampírica con muchos giros de guión, combates memorables (como el que abre el capítulo..) una zona nueva amplísima para explorar... Vamos, recomendable a más no poder.
Reflexiones finales
Para terminar, vuelvo un poco al principio, es complicado intentar resumir todo lo experimentado y aún ahora después de todo lo escrito siento que se me quedan cientos de cosas sin decir, pero que debe ser así, y que el propio lector las descubra una vez que se interne en esta obra de arte hecha videojuego.
Me quito el sobrero ante el estudio CD Projekt Red.
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