The Last of Us

Para mí, Naughty Dog puede tener el honor de haber realizado los dos mejores juegos para la PS3: Uncharted 3 y este The Last of Us, que supera aún si cabe al anterior.

El secreto no se basa solo en un apartado técnico soberbio, con unos gráficos impresionantes y repletos de vida y detalles, sino también en lo más difícil, en lo imperceptible, en lo que no se puede cualificar sin haber jugado hasta el final. Lo grandioso es la forma en la que nos embarca en su historia y nos mantiene enganchados a ella de una manera que sentimos verdadera empatía por sus protagonistas y nos hace involucrarnos en la aventura, como si realmente formásemos parte de ella.

La jugabilidad es sencilla, y las mecánicas para conseguir progresos se asimilan progresivamente. Lo que haremos principalmente será sobrevivir. Se dan muchas situaciones en las que el sigilo será primordial (muy al estilo de un MGS) ya que los recursos armamentísticos que nos encontraremos serán más bien escasos, haciendo que cada bala cuente.

Si habéis visto la serie Walking Dead, muchas veces me daba la impresión de estar en ese mundo, entrando a explorar en edificios abandonados sin saber nunca que me podía encontrar allí, si algún zombie/infectado o humanos hostiles, que son casi peores enemigos en algunas ocasiones.

La atmósfera de mundo derruido y post-apocalíptico está perfectamente plasmada, con aportación sobresaliente de su bso minimalista que encaja perfectamente. Además me gusta mucho como está estructurada la trama, en lugar de episodios en estaciones a lo largo de un año: Verano, Otoño, Invierno, Primavera, cambiando el paisaje y la climatología y hasta la luz en cada una de ellas.

En los espacios que recorremos quedan muchos vestigios del mundo anterior que observamos desde dos ópticas distintas, la de Joel, que ha conocido ambos y la de Ellie, que nació ya en la época maldita.

Precisamente en la edición que compré venía una expansión a modo de DLC que aporta más historia, en plan flashback de Ellie:

Left Behind

El método de juego puede parecer similar al de la historia principal, pero aquí está mucho menos orientado a la acción. Tiene algunos momentos puntuales, casi más en plan survival, aunque será algo en lo que irá in-crescendo. Nos encontraremos también con situaciones más desenfadadas y curiosas, como una visita a una tienda de disfraces de miedo en la que nos podremos probar las caretas y todo, o un fotomatón.

Un episodio adicional que nos da más a conocer el universo en el que se mueve el juego y que también nos ayuda a conocer más a Ellie y a cohesionar la historia de The Last of Us.

En resumidas cuentas, un juego aclamado por crítica y público que nadie se debería perder.