Soul Calibur V

Hacía ya diez años desde que había jugado al magnífico Soul Calibur 2 en la PS2 y desde entonces no había vuelto a tener contacto con esta saga hasta esta, su quinta parte.

El salto en el tiempo no me pareció correspondido con una evolución tecnológica correspondiente. Cierto que los gráficos son mejores, tanto por resolución HD como por mejores efectos de iluminación, partículas, físicas, etc.

En el apartado jugable hay pocas novedades: la más destacable diría que es esa barra que se va llenando poco a poco para realizar súper-combos, un concepto para nada novedoso ya que por ejemplo el Samurai Shodown ya tenía algo así, y las series Alpha de Street Fighter lo acuñaron de una manera más efectiva y similar a como se utiliza hoy en día.

En los modos de juego no tenemos el Maestro de Armas, aunque sí un modo Historia, que se va narrando con una especie de storyboards y cinemáticas. En las cinemáticas ningún pero, PERO en esos storyboards...por favor!! ¡algunos parecen bocetos a medio hacer bastante cutres!. Siendo Namco una compañía japonesa, pienso que poco les hubiese costado contratar a un buen dibujante manga para realizar un trabajo artístico en condiciones, y además coloreado. Estos son detalles que cuestan muy poco pero que luego tienen una gran repercusión sobre la impresión que se lleva el usuario final.

La historia en sí se hace bastante corta, dura como dos horas y media y es una pena porque pienso que no hubiese costado tanto alargarla más simplemente introduciendo el resto de personajes o pudiendo manejar a más de ellos.

Cuando la terminemos, siempre nos quedará el modo Arcade, que de nuevo veo inexplicablemente corto, solo 6 combates ¿??. Luego tendremos las típicas posibilidades de batalla individual, modo Versus o modo Versus on-line que hoy en día no pueden faltar en ningún juego de lucha que se precie.

Concluyendo, se trata de un buen juego, de esos de los que gusta volver de vez en cuando para echar algunos combates. Pero a la vez transmite cierta sensación agridulce ya que con un poco más de esfuerzo se podría haber conseguido un resultado mucho más notable.