Game Boy Advance & Super Mario World

Casi por casualidad, al poco de haber empezado a trabajar en Madrid, y estando viviendo en Guadalajara, encontré en un centro comercial de esta localidad, casi desterradas en el fondo de una estantería unas cuantas cajas que contenían la consola Game Boy Advance + un juego.

El precio era irrisorio, creo recordar que rondaba los 20 euros, se notaba que tenían ganas de retirarlas de aquella estantería. Cierto es que la Nintendo DS había salido no hace mucho y el lanzamiento de la PSP era inminente, pero aún así me pareció que era una compra ineludible.

Su diseño me recordó a la Game Gear, aunque sus especificaciones técnicas estaban a años luz de mi primera portátil. 32 bits, 32768 colores por pantalla, una arquitectura interna con un gran trabajo de integración y multiplexación de recursos que repercutía beneficiosamente en la reducción drástica del consumo de la batería. Era espectacular lo que podían aguantar unas pilas (nada que ver con la autonomía de la GG, su mayor problema).
En esto último también influía, evidentemente, que la pantalla no era retroiluminada.

Aunque siempre había sido más de Sega que de Nintendo he de reconocer que la GBA me amenizó mucho los viajes en cercanías/metro, a la vez que descubría y disfrutaba de algunos de los títulos más representativos de la firma.



Super Mario Advance 2: Super Mario World



Era el juego que venía con la consola. Ya lo conocía y todavía recordaba un día, a la salida del colegio en el que fui a casa de un amigo al que le acaban de regalar una nueva consola que había aparecido: la famosa Super Nintendo.

Las cualidades se mantenían intactas en esta conversión, prácticamente idéntica a la original. Lo que más me gustaba del juego, aparte de su excelente jugabilidad, era la incursión de Yoshi, la mayor novedad de este título y el elemento que provocaba situaciones más diversas.

Más de 10 años después de su lanzamiento, pude corroborar que este Mario seguía siendo un excelente plataformas y además ahora contaba con el incentivo de poder disfrutarlo en cualquier sitio gracias a la GBA.

La presentación de nuestros progresos se veia reflejada en una de esas clasicas vistas de un mapa. Su accesibilidad no debe confundirse con la facilidad ya que ponia a prueba nuestra habilidad y, en ocasiones, el limite de la paciencia a la hora de superar las pantallas mas comprometidas.